Los límites son esenciales para que los niños aprendan a integrar las normas que existen en la sociedad

En mi anterior entrada te hablaba de su importancia.

Si quieres acceder a ella, Aquí te dejo el enlace

Puedes aprender a establecer fácilmente los límites utilizando las estrategias que te mostraré. Están pensadas para niños/as de hasta 12 años.

A partir de esta edad comienza la pubertad y poco a poco se convierten en adolescentes. Por eso tenemos que utilizar otro tipo de estrategias de las que ya hablaremos.

Si tu hijo tiene problemas de conducta que te resulta difícil de controlar, debes tener en cuenta

  1. Da paso a que le hagan una evaluación psicopedagógica. Es la única forma de saber qué está pasando.
  2. Procura que el ambiente en casa sea organizado, tranquilo, sin gritos. Si gritas lo/a vas a alterar y lo más seguro es que te imite,
  3. Si tu hijo/a es muy activo/a, no para, te resulta difícil controlarlo/a, es muy impulsivo/a e incluso tienes quejas de sus profesores, debes buscar la ayuda de un profesional para que te oriente sobre la posible causa. Así sabrás lo que puedes hacer.
  4. No tengas miedo de llevarlo al neuropediatra si te lo aconseja.
  5. No te desanimes, pero no esperes a ver qué pasa. Cuanto antes te pongas en marcha, más pronto mejorará.

¿Y cómo ponerle límites para mejorar su conducta?.

Como te dije en mi anterior entrada, me gustan especialmente las pautas que sugiere la doctora Orjales. Te explicaré a continuación una de las estrategias.

Algo que debes tener en cuenta: Vas a tener más éxito premiando que castigando.

Como nos dice la doctora Orjales:

«Un premio es cualquier acontecimiento que, seguido a una conducta, aumenta la probabilidad de que esa conducta se repita en el futuro», (Orjales, 1998)

No deben ser premios desproporcionados:

Ir al cine con papá y mamá, a merendar a ese sitio que le gusta tanto, que venga a dormir a casa ese amigo o amiga que te lleva pidiendo tanto tiempo, dejarle ir a dormir a casa de su amigo/a, ese desayuno que le encanta…. son premios adecuados.

Nota:

Una vez que el niño/a consigue ganar el premio, no se lo debes quitar aunque después se porte mal.

La doctora Orjales nos indica que cuanto más pequeño sea un niño más inmediato debe ser el premio.

Puedes establecer un sistema de puntos para que consiga un premio si hace determinada conducta durante una serie de días, (una semana, por ejemplo).

Es importante que al principio consiga ganar los puntos sin demasiado esfuerzo. Así irá teniendo más confianza en sí mismo. Poco a poco, se lo puedes ir poniendo más difícil.

Te voy a poner un ejemplo: Quieres que tu hijo coma sin levantarse de la mesa hasta que termine.

Establece un plan para 5 días y sigue esta secuencia:

  1. Explica claramente al niño lo que debe conseguir, (comer sin levantarse de la mesa hasta que termine) y el premio que tendrá si lo hace cada cada día.
  2. Puedes empezar un lunes y así tendrá su premio el viernes.
  3. Con ayuda del niño/a escribe los días de la semana en un folio. Ponlo en un sitio visible, (el frigorífico es un buen lugar).
  4. Cada día que el niño/a haga lo que le has dicho, ganará un punto que pondrá en el día correspondiente. El simple hecho de ponerse un punto cada vez que haga lo correcto, ya es un reforzador de la conducta.
  5. Ayúdale un poco. Si ves que está muy inquieto y le cuesta mucho mantenerse sentado tanto tiempo, como quien no quiere la cosa, pídele que se levante a buscar algo. Le ayudará a conseguir su propósito.
  6. Los puntos ganados jamás se pierden.
  7. Al llegar al viernes, si ha conseguido los 5 puntos, le darás el premio prometido. No debes demorarlo. Perderá su efectividad.
  8. Si lo empiezas, hazlo bien. Si no, se te volverá en contra.
  9. Empieza con conductas fáciles. Así irás sintiéndote más seguro/a.

Antes te he he puesto ejemplos de premios materiales. Pero quiero que sepas que el mejor premio es tu reconocimiento.

  • Felicitarle.Decirle lo orgulloso que sientes de él.
  • Contárselo a los abuelos, por ejemplo, haciendo como que no sabes que te está escuchando, (pero debe ser verdad que ha conseguido determinada conducta, si no no funcionará).
  • Cuando esté jugando tranquilo, portándose bien, pasar a su lado y hacerle un cariño, guiñarle un ojo.

Piensa que cuando los niños/as se portan mal, les regañamos. Aunque de un modo negativo, esto es darles nuestra atención. En cambio, cuando se están portando bien, ni nos atrevemos a interrumpirles, (no sea que lo vayamos a estropear).

La consecuencia es que aprenden que portarse mal es mejor para que papá o mamá les haga caso que estar tranquilamente jugando, por ejemplo.

No temas que con esta estrategia se acostumbre a hacer las cosas correctas sólo para ganar un premio. Es una forma de reconocer su esfuerzo.

Muchos de los regalos que puedes elegir, pueden ser cosas que de alguna manera ya le ibas a dar o a comprar.

 (fuente: Orjales, I. Déficit de atención con Hiperactividad, manual para padres y educadores. Madrid: CEPE)