Discapacidad Intelectual Límite

La inteligencia límite hace referencia a la capacidad intelectual, (CI), situada entre 70 y 85, justo en el límite de lo que la Organización Mundial de Salud considera como inteligencia normal, situada entre 85 y 115. La inteligencia límite no es una enfermedad ni un retraso mental si no un funcionamiento intelectual situado en el límite de lo considerado normal.

Para diagnosticarla se utilizan diferentes test que permiten conocer el desarrollo del niño o del adulto, sus fortalezas y debilidades. Entre otras, se utilizan los siguientes:

• Escala de inteligencia de WECHSLER: El WISC o el WPPSI. Ambas permiten saber si la persona posee las habilidades que le posibilitan pensar, aprender y realizar las tareas correspondientes a su edad en ese momento.

Cuando esta evaluación está dirigida a un niño también se utilizan Cuestionarios de madurez, de lenguaje articulatorio, expresivo y comprensivo. Se valora su desarrollo motor fino y grueso, la capacidad de atención, la amplitud de su vocabulario, el comportamiento social y emocional, la interacción con los demás, su flexibilidad cognitiva, es decir, la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas y su control inhibitorio, la capacidad de frenar sus impulsos.

quiere decir que su capacidad intelectual, (CI) se encuentra situado entre 70 y 85, es decir, en el límite de lo considerado normal por la Organización Mundial de la Salud, situado entre 85 y 115.

La inteligencia límite se refiere al funcionamiento intelectual, (CI) situado entre 70 y 85, en el límite de lo considerado como inteligencia normal por la Organización Mundial de la Salud, situado entre 85 y 115.

Para que un funcionamiento intelectual se considere como discapacidad tiene que ser inferior a 70, por lo que la inteligencia límite no cumple los criterios para ser considerada como una discapacidad intelectual si únicamente tenemos en cuenta el CI.

Sin embargo, si una persona con inteligencia límite muestra una capacidad de adaptación a las exigencias de la vida diaria significativamente reducida, podría considerarse una discapacidad.

El enfoque actual hacia la inteligencia límite y las discapacidades intelectuales en general se centran no solo en las limitaciones de la persona, sino también en las fortalezas y capacidades del individuo. Se busca proporcionar el apoyo necesario para que la persona pueda participar de manera efectiva en su comunidad, mejorar su calidad de vida y alcanzar su máximo potencial.

La Inteligencia Límite se refiere a funcionamiento intelectual, (CI) situado entre 70 y 85, por debajo del promedio que se sitúa entre 85 y 115. Sus rasgos y características son las siguientes:

• Ausencia de rasgos físicos que los diferencien de los demás. Aunque esto puede beneficiarles, también les perjudica, porque sus dificultades pueden achacarse a vaguería y pasar inadvertidas, lo que puede hacer que no reciban el apoyo que necesitan hasta que no llegan a la ESO.
• Desfase entre su edad cronológica y mental, lo que dificulta la integración con sus iguales puesto que son más inmaduros.
• Pueden aprender habilidades prácticas de la vida diaria y académicas básicas, pero a menudo con un ritmo más lento que el promedio.
• Suelen tener dificultades para comprender el pensamiento abstracto, la resolución de problemas complejos y la planificación a largo plazo, por lo que requieren apoyo y adaptaciones en el entorno escolar
• Pueden tener dificultades para interpretar adecuadamente las señales sociales, como el lenguaje no verbal, (corporal) y las expresiones faciales.
• Pueden necesitar orientación para la toma de decisiones
• Pueden vivir de manera independiente, aunque puedan requerir algún nivel de supervisión o asistencia, especialmente en situaciones nuevas o estresantes.
• Pueden aprender a manejar sus finanzas y responsabilidades personales.

Los adolescentes con Inteligencia Límite presentan un nivel de inteligencia que, aunque se encuentra por debajo del promedio, no llega a clasificarse como una discapacidad intelectual. Su CI se sitúa entre 70 y 85. Se considera que existe discapacidad intelectual cuando el CI es inferior a 70.

Las características de los adolescentes con Inteligencia Límite son las siguientes:

• Aprenden a un ritmo más lento que los chicos de su edad y suelen necesitar adaptaciones y supervisión.
• Suelen tener dificultades para entender las normas sociales.
• Pueden parecer más ingenuos o vulnerables en sus interacciones sociales que los chicos de su edad y a veces pueden ser objeto de burlas o exclusión por parte de sus iguales.
• Suelen sentir frustraciones debido a sus dificultades académicas o sociales, lo que a veces se manifiesta en forma de comportamientos disruptivos o alejamiento de sus compañeros.
• Muchos adolescentes con Inteligencia Límite son capaces de desarrollar habilidades para la vida independiente. Pueden beneficiarse de programas y apoyos que les enseñen cómo manejar tareas diarias como el manejo del dinero, la higiene personal y la toma de decisiones seguras.
• La planificación de la transición a la vida adulta es muy importante y debe comenzar temprano. Esto incluye la preparación para el empleo, la educación continua y, en algunos casos, la vida independiente.
• Los apoyos pueden incluir entrenamiento en habilidades laborales y programas vocacionales diseñados para ayudarles a encontrar y mantener empleo.

La Inteligencia Límite se refiere a funcionamiento intelectual, (CI) situado entre 70 y 85, en el límite de lo considerado normal por la Organización Mundial de la Salud, que se sitúa entre 85 y 115.

Aunque no se considera una discapacidad intelectual, los niños con Inteligencia límite tienen más dificultades que sus compañeros en el aprendizaje y en la vida cotidiana, por lo que es importante tener en cuenta lo siguiente:

• Realizar, lo más pronto posible, una evaluación completa que permita conocer el funcionamiento intelectual del niño mediante pruebas estandarizadas. Esto ayudará a identificar sus fortalezas y debilidades específicas y descartar otras condiciones que puedan influir en su rendimiento, como trastornos del aprendizaje, problemas sensoriales, o trastornos emocionales.
• Proporcionarle Educación personalizada: La evaluación permitirá conocer los puntos fuertes y débiles del niño y preparar un plan de aprendizaje personalizado que tenga en cuenta sus fortalezas y debilidades.
• Utilizar técnicas de enseñanza multisensorial, es decir, que reciban los estímulos a través de la vista, el oído y el tacto, teniendo en cuenta, además, que los niños con inteligencia límite aprenden “haciendo” no sólo escuchando.
• Respetar su ritmo de aprendizaje asegurándose de que comprenda completamente un concepto antes de pasar al siguiente.
• Utilizar refuerzos positivos: Motivar al niño mediante el elogio y otros refuerzos positivos para fomentar su participación y mejora en el aprendizaje.
• Entrenamiento en habilidades sociales: Los niños con inteligencia límite pueden tener dificultades con las habilidades sociales. Programas estructurados que enseñan habilidades sociales mediante el juego de roles y otras actividades pueden ser útiles.
• Apoyo emocional: Proporcionarle un ambiente estable y predecible en casa y en la escuela y ofrece apoyo emocional regular para ayudar al niño a gestionar la frustración y la baja autoestima que puede surgir.
• Apoyo familiar enseñando a los miembros de la familia qué es la inteligencia límite y cómo pueden apoyar el desarrollo del niño.
• Buscar redes de apoyo: Es importante que los padres conecten con grupos de apoyo o redes comunitarias que puedan proporcionar recursos adicionales o actividades apropiadas para el niño.
• Transición a la vida adulta: Es importante proporcionar al niño formación las habilidades necesarias para tener una vida independiente. Desde una edad temprana, enseñarle habilidades prácticas de vida, como el manejo del dinero, las tareas del hogar y habilidades de comunicación.
• Planificación para el futuro: Es importante que los padres colaboren con educadores y personas especializadas para desarrollar un plan de transición para la vida adulta, que puede incluir formación profesional, empleo supervisado o estudios adicionales.
• Seguimiento y reevaluación: Realizar evaluaciones periódicas para ajustar el plan de aprendizaje y apoyo en función del progreso del niño.
• Flexibilidad y adaptación: Estar dispuesto a adaptar las estrategias y los planes establecidos a medida que el niño crece y cambian sus necesidades.

Los niños con inteligencia límite, (cuyo coeficiente intelectual se sitúa entre 70 y 85), pueden presentar una serie de comportamientos y características que es importante tener en cuenta:

1. Rendimiento Académico: aprenden más lentamente y pueden tener dificultades para seguir el ritmo normal de la clase, por lo que suelen necesitar más tiempo para procesar y entender la información.
2. Dificultades con habilidades específicas: Es frecuente que tengan más dificultades en áreas como matemáticas y lectura, que requieren entender conceptos abstractos.
3. Habilidades Sociales: Los niños con inteligencia límite pueden tener dificultades para interpretar señales sociales y emocionales, lo que puede dar lugar a malentendidos con sus compañeros.
4. Aislamiento social: A menudo se sienten más cómodos con adultos o niños más pequeños, donde las interacciones pueden ser más fáciles.
5. Comportamiento Emocional: Tienen baja tolerancia a la frustración, especialmente si sienten que no pueden cumplir con las expectativas.
6. Problemas de autoestima: Al ser conscientes de sus dificultades su autoestima suele ser muy baja.
7. Habilidades de Comunicación: Pueden tener problemas para expresar sus pensamientos y sentimientos de manera clara, lo que puede llevar a malentendidos o conflictos.
8. Lenguaje: Su uso del lenguaje puede ser más básico y menos complejo que el de sus compañeros de la misma edad.
9. Capacidad de Adaptación: Pueden tener dificultades para adaptarse a nuevas situaciones o cambios en la rutina, prefiriendo entornos predecibles y estructurados.
10. Dependencia de rutinas: Las rutinas les ayudan a sentirse seguros y pueden depender en gran medida de ellas para su funcionamiento diario.
11. Solución de Problemas y Toma de Decisiones: Pueden tener dificultades para tomar decisiones o resolver problemas que requieran un pensamiento abstracto o la consideración de múltiples variables.